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Metodología LSP: La innovación a través del juego serio con Lego
04 Diciembre 2014
La jornada de los últimos talleres del año, de la asesoría en innovación diseñada para Cirpack por la Facultad de Diseño UDD e iCubo, “Gestión de ideas en la organización” y “Concreción de ideas”; realizado durante el 03 y 04 de diciembre respectivamente, guardaba algunas sorpresas para los participantes, pues se enfrentaron a la novedosa metodología, Lego® Serious PlayTM (LSP).
Los facilitadores, profesores de iCubo y de la Facultad de Diseño de la UDD, certificados en esta metodología, eran Javiera Aldunate, Directora de Diseño Gráfico de Diseño UDD, Felipe González, Profesor en Innovación y experto en diseño de servicios y experiencias de iCubo y Nicolás Laport, Subdirector Académico de la misma unidad, quienes desarrollaron interesantes dinámicas que llevaron a los alumnos a construir sus ideas con Lego.
La herramienta LSP, es una metodología que se aplica desde 1995 para prototipar soluciones en procesos de socialización, mejorando la comunicación en todos los niveles. El jugar permite simplificar las cosas. El propósito de este método estratégico, es generar pensamiento creativo en un grupo de personas a través de la construcción colectiva de metáforas de identidad y de experiencias, usando bloques Lego, diseñados especialmente para este trabajo.
La idea principal tras el desarrollo de esta técnica es, primero entender cómo piensan y sienten las personas respecto a un determinado tema. Luego, mejorar la comunicación en cualquier nivel y circunstancia. Y finalmente, resolver problemáticas concretas a través de la técnica “Problema Solving”.
Uno de los 3 entrenadores para esta metodología que existen en el mundo, Lucio Margulis, fue quién entrenó a los facilitadores que trabajan en Chile. Para este creativo lo más importante es el significado que el creador le da a sus construcciones con las piezas, la historia que cuenta y la metáfora que representa. Pues al utilizar las manos, nos conectamos con tres importantes áreas del cerebro: la racional, emocional y el inconsciente. Gracias a esta conexión, entregamos información que no es controlada voluntariamente, por lo tanto, surgen datos que no tendríamos disponibles si respondiéramos la misma interrogante hablando o escribiendo.
El resultado que se obtenía con métodos tradicionales como los workshops, no era el esperado. En estas dinámicas el 80% de los ejecutivos permanecía en estado pasivo, como oyente y sólo un 20% del equipo tomaba participación activa. La metodología LSP, por el contrario, provoca un efecto “hacia adelante” pues el 100% de la audiencia se involucra.
Cuando se construye con Legos no se pude mentir ni ocultar nada, todo queda expuesto y es posible leer el sentido y el significado del prototipo.
Para llegar a esta asombrosa técnica, ocurrió lo que pasa en los procesos de innovación. Luego de que Lego atravesara por una grave crisis, producto de la llegada de los videojuegos; la compañía necesitaba una solución apropiada para un problema complejo. Surgió esta propuesta desde los profesores del International Institute for Managment Development, en Suiza. En 2001 la compañía pudo lanzar Serious Play® como una línea de negocios paralela, al core original. Con ella, se abrió un mercado impensado y con un potencial infinito.
Aprender trabajando
Durante el intenso trabajo realizado por los alumnos, ellos se apegaron a un estricto programa que establecía reglas muy definidas y por supuesto perseguía claros objetivos.
Se obtuvo más participación, claros insights, nuevas ideas, más pasión y compromiso, entre otras expectativas alcanzadas.
Todos aceptaron que no había modelos ni feos ni bonitos, que la mayor parte del trabajo era individual y que eran las manos las que pensaban.
Al ritmo de motivadoras canciones los alumnos fueron resolviendo en 4 minutos cada uno de los desafíos que planteaban los profesores. Poco a poco los modelos se volvían más complejos y el trabajo exigía que los participantes fueran creativos y jugados.
Lo que partiera con algo de timidez, se volvió una fluida avalancha de entretenidas historias y explicaciones que justificaban sus creaciones. Todos opinaban, creaban y se atrevían a innovar.
Desde el hacer, comenzaron a involucrarse y a resolver el modelo de trabajo que les hacía una pregunta, luego debían construir para darle significado a la idea, luego contaban la historia que encerraba el modelo y más tarde podían compartir más preguntas y reflexiones.
Los grupos de trabajo perdieron rápidamente el pudor de contar sus historias, desprendiéndose de prejuicios y del miedo a equivocarse o a hacer el ridículo.
Esta metodología que es en esencia disruptiva, produce en los equipos de trabajo algunas dudas e incluso algunas diferencias de opinión.
Esta no fue la excepción. Muchos de los miembros del grupo quisieron saber la real efectividad de esta técnica y plantearon sus aprehensiones.
Pero los profesores comprenden muy bien los alcances de esta técnica, si bien aporta grandes cambios y sus resultados positivos son cuantificables, es un aporte que complementa otras técnicas, no la reemplaza.
La profesora Javiera Aldunate valoró la participación en este taller “como muy interesante, ya que al principio los estudiantes estaban más reacios y tímidos al construir, pero fueron adquiriendo confianza y compromiso al momento de mostrar sus ideas de una manera visual. Creo que la participación fue excelente, manifestaron mucho entusiasmo, comentarios acertados, empatía y compromiso con los otros participantes”.
Los expertos en esta metodología aseguran que el ambiente que se desarrolla durante los talleres es fundamental para generar un ambiente que permite profundizar las relaciones personales de quienes participan.
“Observamos cómo se comprobó el valor de la herramienta y todos quedaron impresionados de como LSP facilita exponer tus ideas. Como facilitador fue una gran experiencia contribuir a través del juego serio a estrechar lazos y fortalecer opiniones”- concluye Javiera Aldunate.
Fuente: CENEM